Cloudy Bay

Si existe algún responsable de la buena fama que tienen los vinos blancos neozelandeses elaborados con Sauvignon Blanc, ese es Cloudy Bay. [break]

La historia de esta bodega está relacionada con la bahía de Wairau, situada en un valle en el extremo norte de la isla sur de Nueva Zelanda. Esta región goza de un clima con más horas de sol que cualquier otro lugar del país. Además cuenta con suelos profundos y sedimentarios que varían entre los cantos rodados y gravas, limos y arcilla aluvial.

La Sauvignon blanc supo adaptarse a la perfección a todas estas circunstancias climáticas y de suelo. Así, se ha convertido en la reina de las variedades blancas de Nueva Zelanda. Puro y cristalino, con peculiares notas de flor de sauco, lima y fruta de hueso, los blancos de nuestras antípodas son unos de los más deseados en todo el mundo.

Así, hoy os presentamos un monovarietal en el que esta variedad se expresa en su mejor versión. Se trata de un blanco que ha encandilado a la crítica especializada y que presenta intensas notas aromáticas de flores y cítricos, así como un marcado perfil mineral. 

La Chardonnay también ha encontrado en el país kiwi un lugar ideal en el que entregar lo mejor de si misma. Es un blanco ideal para los que buscan un vino más untuoso, con notas tostadas y una textura en el paladar cautivadora que nos permite viajar al otro lado del mundo a través de una copa.