Cervezas Daas

Hubo un tiempo en que para pedir una cerveza bastaba con decir "una caña". Ahora el mundo de las cervezas es tan variado e incluso complejo como el del vino, pero igual de disfrutón. [break]

¿No distingues entre lager y ale? ¿Te pierdes cuando te hablan de baja y alta fermentación? Si eres de los que huyen del esnobismo como pose de cierto elitismo intelectual pero a la vez buscas aprender y disfrutar, las cervezas Daas son para ti.  

Daas es una de esas casas cerveceras belgas preocupadas por ofrecer una cerveza ecológica, sin gluten y artesanal, que contribuya a preservar una tradición de 900 años en Bélgica protegida por la UNESCO como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Tantos siglos de historia han llevado a este país a ser uno de los que mayor variedad de cervezas ofrece. De allí te traemos las tres que te presentamos en esta Venta Privada. Te contamos cuál es su estilo y por qué debes probarlas.

Daas Witte, traducida como la blanca, viene a ser la más aromática y refrescante de las tres. Notas florales combinan con esencia de naranja y recuerdos de anís estrellado y clavo de olor. Es perfecta para acompañar mariscos como mejillones, ostras y gambas. Es una cerveza para todos los públicos, pero especialmente recomendada a los recientemente iniciados, con el amargo del lúpulo casi imperceptible y el nivel de grado alcohólico más bajo.

En el segundo peldaño de complejidad está Daas Blond. La rubia belga que no es como las españolas, tiene más cuerpo y más carácter. Es una auténtica Belgian Strong Golden Beer, con el equilibrio perfecto entre el sabor amargo y el clásico final seco que proporciona el lúpulo. Notas de caramelo combinan con recuerdos frescos de cilantro y limón en el paladar. Pruébala con platos picantes de la cocina hindú o vietnamita, ¡descubrirás una nueva dimensión!

Y, por último, Daas Ambré, de color ambarino, es la más compleja de todas, de sabor suave y espuma compacta. Caramelo, café, notas tostadas, mantequilla, vainilla y recuerdos de fruta madura, es la que más recuerda a los sabores de la malta. Es una cerveza muy perfumada, con bastante cuerpo, de carácter dulce y delicado. El acompañante perfecto de platos más contundentes como un estofado de cordero o ternera.