El sueño de Bobet coronado por 'The Wine Advocate'
Pocos regresos nos resultan tan gratificantes como el de los vinos del gran Raül Bobet. Y más si lo hace con su porfolio completo en el Pirineo ilerdense. [break]
Las cuidadas creaciones de Castell d’Encus se forjan de la tierra, la roca y un pasado tangible, pero también de la investigación, la experimentación y del tiempo que discurre lento pero sin pausa.
Luis Gutiérrez, crítico de The Wine Advocate, describió no hace mucho los vinos de Bobet como “intelectualmente gratificantes, cerebrales y realmente interesantes”. Ambiciosas elaboraciones que, aseguraba, trascienden a su propia denominación de origen, Costers del Segre. Y a buena fe que lo hacen si tenemos en cuenta las excelentes valoraciones que suelen exhibir y que en esta ocasión llegan hasta los96 Parker.
Como en toda buena historia, el origen es determinante. Y la de Bobet en su aventura pirenaica no iba a ser menos. Para su proyecto más mimado, el enólogo dio con un enclave de ensueño en plena comarca leridana de Pallars Jussà. A entre 850 y 1.250 metros de altitud, entre montañas y bosques, y junto a un poblado románico con su ermita del siglo XII, encontró nueve lagares excavados en piedra arenisca en perfectas condiciones para empezar a elaborar. Nacía Castell d´Encus.
La investigación y desarrollo, la experimentación y la preservación del medioambiente son los motores de la bodega para lograr vinos de alta calidad y baja producción a partir de las variedades que mejor pueden adaptarse al clima fresco de la zona. Cabernet sauvignon y franc, Merlot, Pinot noir, Syrah, Petit verdot, Sauvignon blanc, Riesling, Sémillon o Albariño integran sus microvinificaciones que encuentran en la roca excavada por los monjes hospitalarios su mejor lecho para fermentar.
Todo para brindarnos vinos alejados del exceso de potencia, concentración e intensidad que, a cambio, regalan, a quien tiene la suerte de disfrutarlos, frescura, complejidad y finura. Si decides ser uno de los afortunados, no te arrepentirás.
Castell d´Encus tiene su origen en una búsqueda personal de Raúl Bobet para encontrar unos terrenos en los Pirineos catalanes donde el impacto del cambio climático fuera menos acusado.