Por primera vez reunimos el porfolio completo de Raül Bobet en el Pirineo leridano. Vinos forjados de la tierra, la roca y un pasado tangible, pero también de la investigación, la experimentación y del tiempo que discurre lento pero sin pausa.[break]
“Intelectualmente gratificantes, cerebrales y realmente interesantes”. Así describe Luis Gutiérrez los vinos de Castell d’Encus, creaciones que, a juicio del crítico de 'The Wine Advocate', trascienden a su propia denominación de origen, Costers del Segre, para gozar de las mieles del triunfo con puntuaciones entre los 92+ y los 95 Parker.
Como en toda buena historia, el origen es determinante. Y la de Bobet en su aventura pirenaica no iba a ser menos. Para su proyecto más mimado, el enólogo dio con un enclave de ensueño en plena comarca leridana de Pallars Jussà. A entre 850 y 1.250 metros de altitud, entre montañas y bosques, y junto a un poblado románico con su ermita del siglo XII, encontró nueve lagares excavados en piedra arenisca en perfectas condiciones para empezar a elaborar. Nacía Castell d´Encus.
La investigación y desarrollo, la experimentación y la preservación del medioambiente son los motores de la bodega para lograr vinos de alta calidad y baja producción, a partir de las variedades que mejor pueden adaptarse al clima fresco de la zona. Cabernet sauvignon y franc, Merlot, Pinot noir, Syrah, Petit verdot, Sauvignon blanc, Riesling, Semillón o Albariño integran sus microvinificaciones que encuentran en la roca excavada por los monjes hospitalarios su mejor lecho para fermentar.
Así lo hacen en su totalidad los tintos, como el novedoso 100% Petit verdot Saktih, el syrah Thalarn o el blend dominado por las Cabernet sauvignon y franc Quest, o de forma parcial los blancos, entre ellos los coupages de Sauvignon blanc y Semillón Taleia y Taleia Brisat.
Todos ellos, como el resto de las referencias que te traemos, son vinos alejados del exceso de potencia, concentración e intensidad que, a cambio, regalan, a quien tiene la suerte de disfrutarlos, frescura, complejidad y finura. Si decides ser uno de los afortunados, no te arrepentirás.
Castell d´Encus tiene su origen en una búsqueda personal de Raúl Bobet para encontrar unos terrenos en los Pirineos catalanes donde el impacto del cambio climático fuera menos acusado.