Bodegas Jiménez-Landi

Basados en esta variedad, los Jiménez-Landi iniciaron en 2004 una impagable labor de recuperación de viejos viñedos de los cuales nacen vinos que son sinónimo de la modernidad vinícola en la zona.[break]

Méntrida y la Sierra de Gredos siempre estuvieron ahí, pero fue la llegada de los Jiménez-Landi, siguiendo la estela de otros atrevidos elaboradores, lo que convirtió esta zona en el actual epicentro de la elaboración vinícola contemporánea en España. 

El principal secreto de las Garnachas con las que trabaja Bodegas Jiménez-Landi es la altitud a la que se encuentran los viñedos. Estos pueden estar a entre 550 y 600 metros, como ocurre en Méntrida, o acercarse a los 1.000 metros en el caso de algunos territorios de Real de San Vicente, lo que crea una circunstancia ideal para el cultivo.

La singular calidez de la Garnacha se contrapesa espléndidamente con una acidez que aporta frescura a los vinos gracias a esta circunstancia climática. El resultado son tintos muy respetuosos con los diferentes terruños y que, precisamente por esto, no se parecen más que a sí mismos, ya que nacen tanto en territorios de influencia atlántica (por tanto, más fríos) como en zonas de carácter más mediterráneo, desde suelos pizarrosos a suelos de granito.

En esta venta os presentamos novedades interesantes como Natural o Valdiniebla Clarete, vinos que son capaces de transmitir fidedignamente la esencia de cada viñedo donde crecen y no buscan parecerse a ningún otro que hayáis probado antes.