Sinceridad, identidad y experiencia no son solo palabras para el gran Bertrand Sourdais. Son las intenciones y los valores sobre los que se sostiene sus vinos. [break]
Hace poco os presentamos la nueva añada de Antídoto. Y como siempre ocurre cuando este ‘vigneron soriano’ se asoma por aquí, fue una auténtica revolución. Ahora vuelve y lo hace con toda la artillería: cuatro creaciones por encima de los 91 Parker que son todo un bombazo.
Bertrand, que pertenece a la quinta generación de una familia de viticultores del Loira, llegó a España en 1998 para unirse a Álvaro Palacios en el Priorat. Desde entonces quedó enamorado de nuestro país, concretamente de la parte más oriental de Ribera del Duero.
Tras diez años como director técnico de Dominio de Atauta, se asoció con David Hernando y, juntos, crearon Bodegas Antídoto con la ambición de elaborar vinos finos cuya frescura superara todas las demás características.
La trilogía de los elementos tierra, clima y calidad genética de las vides configuran las tierras de Soria como una zona única y diferente de las conocidas Burgos y Valladolid dentro de la D.O. Ribera del Duero.
Relieves montañosos y tierras poco explotadas configuran un tipo de viñedo único, en las que la vid durante siglos se ha ido adaptando a las condiciones naturales sin interferencias extrañas.
Pequeñas parcelas de viñas viejas prefiloxéricas, de ciclo rápido, que permiten al vigneron la precisión de trabajar en un minifundio y con un fruto que recoge los mejores dones de una tierraenclavada en un territorio casi virgen.
Los vinos de Bodegas Antídoto sorprenden, son frescos, modernos y reflejan todo el cariño y la maestría de Bertrand, el francés más castellano que hay.
Bertrand Sourdais elabora sus vinos en una de las zonas con más encanto de la D.O. Ribera de Duero, concretamente en su parte más oriental, dentro de la provincia de Soria.