Más que mostrar las diferencias entre Montsant y Priorat, lo que buscaba Alfredo Arribas con su línea de vinos Gotes era la frescura. Con el tiempo, los resultados no dejan de sorprender. [break]
Alfredo Arribas quiso mostrar que otros vinos eran posible en Montsant y Priorat. Buscaba ese perfil de vinos de los abuelos, en los que primaba la frescura, la ligereza y la elegancia. Empezó con su primer Gotes en 2008. Hoy, diez años después, hacemos balance.
A ese primer Gotes del Priorat se sumaron otros tres, cada uno con su personalidad concreta y distinta. Tanto Gotes del Priorat como el posterior Gotes del Montsant integran la crianza con barricas, cada vez de mayor tamaño para difuminar la presencia de la madera en el resultado final. Gotes blanques y 4 Gotes son vinos más alejados de lo habitual. Ambos se criaron en una proporción bastante ponderada de hormigón y acero inoxidable. El resultado es una expresión vibrante y crujiente de la fruta.
Los cuatro vinos de esta Venta Privada pertenecen a la añada 2016, una cosecha "intrigante y compleja", en palabras de Alfredo Arribas, pero que promete vinos con una vida más prolongada en el tiempo que sus antecesores.
Esto indica también que un año en botella redondea estos vinos hasta hacerlos más maduros y reposados. Es lo que tiene jugar con una gran acidez en un vino, es una garantía de vida. Así que este 2018 viene a ser el año perfecto para descorchar Gotes blanques, el blanco de Garnacha blanca, y 4 Gotes, un semimaceración carbónica de varios tipos de garnachas, que bien podría confundirse con un Gamey o Pinot noir francés.
En cambio, Gotes del Montsant, un vino poderoso y dominante, y Gotes del Priorat, algo más floral y perfumado, están igualmente en un buen momento de consumo, aunque si los adquieres ahora, ten la confianza de que acaban de iniciar su período de plenitud vital. No temas, aún les queda mucho tiempo por delante mientras aguardan su descorche.
Los cuatro vinos te sorprenderán si te atraen aquellos de perfiles atlánticos, de altura, procedentes de viñedos norteños, sombríos, en los que se ha vendimiado pronto para capturar la máxima frescura posible. El resultado nos convence por dentro y por fuera, con esas etiquetas que parecen evocar algún misterioso juego cromático.
El trabajo de Alfredo Arribas en la D.O.Ca. Priorat se centra desde 2001 en la finca Clos del Portal, situada en el corazón del Priorat, entre el Lloar y Bellmunt.
Alfredo Arribas es uno de los elaboradores más destacados de entre todos los que tratan de llevar al vino la esencia de las regiones del Montsant y del Priorat.
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