Una gran finca recuperada para hacer grandes vinos
Dehesa la Granja es el nombre de una inmensa finca ubicada en tierras zamoranas donde la Familia Fernández Rivera desarrolla desde 1998 las actividades de su bodega Fernández Rivera S.L.
Una de las peculiaridades de esta bodega es su respeto por el entorno. Por ello, no es de extrañar que sus 120 hectáreas de viñedo se integren a la perfección con las cabezas de ganado que pastan por sus alrededores alimentándose solo de lo que produce la finca, sin utilización de ningún tipo de pienso.
Considerada una de las fincas más bonitas que pueden existir en el mundo del vino, sus mil hectáreas totales se extienden a orillas del río Guareña, y en ella, además de viñas, se plantan olivos con los que se elabora el aceite de la bodega, garbanzo de Fuentesaúco y remolacha desde el año 2015.
De esta bodega impresiona, además, la nave subterránea donde duermen y reposan sus afamados vinos a una temperatura constante de 15 ºC. Durante 17 años (desde 1750 hasta 1767) 125 hombres fueron ganando espacio a la piedra hasta conseguir un curioso laberinto de pasillos que superan los 3.000 metros cuadrados. Esta insólita construcción fue recuperada para la crianza de vinos una vez que la familia Fernández adquirió la finca a finales de los años noventa.
En esta bodega, además de su Dehesa la Granja Crianza y Dehesa la Granja Selección, también se elabora el vino Peonía, un nuevo proyecto que los Fernández iniciaron en 2005 y que materializaron con la añada 2007, que fue lanzada al mercado en 2016. Este vino se obtiene únicamente de las uvas que nacen en el Pago el Pinar, 5 hectáreas de viñedo con orientación norte-sur ubicadas dentro de la dehesa y que se caracterizan por su buena exposición solar y su bajo rendimiento.