Hace calor, mucho calor. No apetece hacer casi nada. Tenemos la excusa perfecta para vegetar sin sentirnos culpables y de no visitar a familiares engorrosos. Pero el aperitivo, que no nos lo toquen. [break]
Siempre quise decir la frase que da título a esta venta, y ahora por fin ha encajado. Y es que hay que poner nuestros relojes en hora para no perdernos uno de los mejores momentos que un ser humano puede experimentar: la hora del aperitivo, y en verano, más.
Hemos preparado un auténtico festín con vermuts variados para todos los gustos, bebidas de aperitivo y mucha conserva de calidad y algunos platos más preparados para que no te devanes los sesos: vermut bien frío, rodaja de limón o naranja al gusto y aceituna, y abrir tus latas y botes favoritos; sola o en compañía de otros, eso lo eliges tú. En ese instante, la vida es maravillosa.
Esta tradición tan española, porque aquí no solo se bebe, sino que se come acompañando el trago para que este sienta mejor: beber como medio, nunca como fin. El aperitivo es compartir, disfrutar, reír, sentir la vida y el placer de las pequeñas cosas. Nosotros somos unos cruzados de ese momento y queremos poner nuestro granito de arena con una selección que para sí quisiera Luis Enrique.
Cómo algo tan simple puede ser tan placentero. Pues simplemente por eso, como unos huevos con patatas fritas. Ya lo dijo Picasso: “después de Altamira, la decadencia”. Pues eso, lo sencillo a veces encierra lo más elevado. Te dejo, que es la hora del vermut.