Widow Jane Distillery

Artesanalmente, empleando ingredientes no transgénicos y en muy pequeños lotes. Así produce Widow Jane Distillery sus destilados en las instalaciones ubicadas en el vecindario de Red Hook y que comparte con su compañía hermana, Cacao Prieto, elaboradora de uno de los mejores chocolates orgánicos del mundo.

La selección de las mejores “materias primas” es clave para Widow Jane. Por ello, en aras de obtener el mejor whiskey, utilizan variedades de maíz como la Baby Jane, exclusiva de la firma, o el agua mineral pura de piedra caliza de las legendarias minas Rosendale de Nueva York, ubicadas a tan solo 100 millas al norte de su sede. 

Como curiosidad cabe destacar que fue de esta célebre mina de donde salió la piedra caliza empleada en la construcción de los cimientos del puente de Brooklyn, el Empire State, el pedestal de la Estatua de la Libertad, el monumento a Washington o, incluso, en parte de la estructura de la mismísima Casa Blanca. Es precisamente el agua de Rosedale, con un inusualmente alto contenido de minerales, la que dota a los bourbons de Widow Jane de su singular sabor. 

Además de destilar todas las semanas en los alambiques diseñados por su fundador, Widow Jane también recorre Estados Unidos en busca de los mejores barriles de whisky de centeno y bourbon puro para ensamblarlos a mano, envejecerlos y embotellarlos en Brooklyn. Entre los galardones de los que ya puede presumir destaca la medalla de oro lograda por su Widow Jane 10 Year Old en los World Whiskies Awards 2018.