El amor por la buena mesa, la comida y el vino impulsaron a Juan Bouza y su esposa Elisa Trabal a dejarlo todo y dar vida a esta bodega que es punta de lanza del vino uruguayo. [break]
Este país es aún un gran desconocido para la mayoría de aficionados, ya que el tamaño familiar de sus proyectos hace que su producción sea de escala humana y por tanto, muy limitada. Una filosofía artesanal seguida por Bouza, casa con influencia española que te recomendamos para conocer un nuevo punto vinícola del mundo.
Hablar de Uruguay es hablar de la Tannat, variedad de origen francés que se implantó en 1870 gracias a Pascal Harriague. Pero vamos a lo que más nos importa, ¿qué podemos encontrar en la copa?
Pues vamos a degustar tintos con mucho color y notas exuberantes de fruta roja y especias. En boca se exhiben poderosos, redondos y con unos taninos que lo convierten en una referencia de cabecera para barbacoas y asados intensos a base de cordero.
Su enólogo, Eduardo Boido, es el encargado de crear tanto los monovarietales como los vinos de corte, apelativo con el que denominan allí a los coupages. Este maestro elogiado por Tim Atkin estudia añada tras añada el comportamiento de cada parcela para conocer al detalle la relación entre tipo de uva y suelo. De ahí que cuenten con una importante gama de vinos parcelarios.
Como homenaje al origen español de la familia, podremos encontrar Tempranillo y Albariño en algunas de sus creaciones. Ambas se han adaptado de maravilla al clima atlántico templado del entorno de Montevideo, centro neurálgico de la bodega.
El Nuevo Mundo encuentra aquí una razón emocionante para seguir ampliando tus horizontes vinícolas. Beber lo de siempre está genial, pero… ¿por qué no probar algo diferente de vez en cuando?