Locos por el vino

Su nombre no puede ser más elocuente. La aventura de los enólogos Miguel Sanmartín y Sergio Chueca, con la colaboración del ‘winemaker’ Chris Ringland, es la materialización de una pasión irrefrenable y de vinos diferentes que enamoran.[break]

Locos por el Vino es el proyecto común alumbrado por estos tres hombres cuyos caminos se cruzaron (y cruzan) en Altos del Moncayo, donde el maestro australiano Chris Ringland es director técnico, Miguel Sanmartín, enólogo y Sergio Chueca, actualmente formándose en la materia, hijo del enólogo jefe de la bodega zaragozana, José Luis Chueca. 

Con el ánimo de propiciar un acercamiento al mundo del vino de una forma más informal al público nuevo y más jóven decidieron en 2014 emprender esta aventura independiente de la casa común Altos del Moncayo. Para ello se lanzaron a localizar viñedos adecuados al estilo de elaboración buscado, distinguido por una mezcla perfecta de tradición y modernidad, experiencia y juventud. 

Hasta el momento, cuentan con tres referencias en el mercado (Gruñón, Azacán y Zismero, este último en versión tinta, blanca y rosada) nacidos de viñedos jóvenes de Garnacha, Syrah y Macabeo, cultivados en las zonas situadas a mayor altitud de la D.O. Campo de Borja. 

Los tres tienen en común su enfoque singular e innovador, y un escaso o nulo empleo de la madera en su elaboración. El resultado son vinos vivos, ricos y diferenciadores que invitan a disfrutarlas, como no podía ser de otra forma, con idéntica pasión como con la que fueron están concebidos.