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Localización y otros datos de interés
Lagar de los Frailes
España
Año de fundación
1981
Superficie total de viñedo
11 ha.
Lagar de los Frailes es una bodega situada al sur de la campiña cordobesa, concretamente en Moriles Altos, una zona adscrita a la D.O. Montilla-Moriles privilegiada por la calidad de sus suelos albarizos.
El origen de esta bodega se remonta al año 1981, cuando Jesús Pérez de Cisneros, padre de los actuales responsables de la bodega, adquirió un lagar llamado Lagar de los Frailes en la zona de Moriles Altos.
Los primeros datos sobre este lugar son de 1749, ya que se nombra en el Catastro de Ensenada realizado en 1749, donde aparece un viñedo propiedad de las Carmelitas Descalzas que por superficie, propiedad y localización, coinciden con los datos del Lagar de los Frailes. Este lugar aparece también en el primer padrón de 1887 de la Aldea de Zapateros (hoy Moriles) como uno de los muchos Pagos que daban sustento a las familias de la zona.
Actualmente el Lagar, a pesar de encontrarse más cerca de Moriles, pertenece al municipio de Aguilar de la Frontera.
Una vez que Jesús Pérez de Cisneros y su primo José María Ayala Pérez, farmacéuticos de profesión y enamorados de los vinos generosos y el flamenco, adquirieron el lagar en 1981, empezaron a desarrollar la idea de comercializar el vino envasado procedente exclusivamente de las 36 fanegas de viñedo de Pedro Ximénez que tenía la parcela en su origen, para lo cual compraron una nueva prensa y botas viejas de roble americano de distinta procedencia.
A pesar de hacer 10 vendimias, el vino solo llegó a comercializarse a granel, trabajando como almacenistas para otras bodegas de mayor tamaño. Posteriormente, la actividad comenzó a disminuir como consecuencia de la crisis de este tipo de vinos durante las décadas de los 80 y 90 provocando que los vinos permanecieran durante más de 20 años en crianza estática, realizándose solo pequeñas sacas de vinos viejos para abastecer algunas bodegas de la D.O.
En 2010, cuando Jesús Pérez se hace cargo en exclusiva de la explotación del Lagar y de 18 fanegas de viña, comienza a revitalizar las bodegas por temor a perder el patrimonio enológico que albergaban. Es ahí cuando aparecen los finos viejísimos que mantenían una débil crianza bajo velo de flor, pero también amontillados, olorosos e incluso Palos Cortados hechos por concentración y de forma natural. Igualmente se adquieren nuevos mostos para revitalizar la crianza, eso sí, siempre de viñedos pertenecientes a la zona de Moriles Alto.
En 2017, tras el fallecimiento de Jesús Pérez, sus cuatro hijos (Cristóbal, Loles, Charo y Ana), movidos por mantener ese patrimonio, decidieron hacerse cargo de las instalaciones con la idea de poner en valor las “joyas enológicas” que atesoraban, esta vez con la clara vocación de vender los vinos envasados y darles el valor añadido que merecían. Para ello cuentan con la ayuda de Cristina Osuna y Alfonso Fernández, enólogos pertenecientes al panel de cata de la D.O. Montilla-Moriles.
La bodega cuenta actualmente con 11 hectáreas de viñedo en espaldera (de uva Pedro Ximénez) y el edificio de elaboración mantiene la estructura arquitectónica original de un patio central de labor en torno al cual se agrupan varias bodegas, una sala de catas y la zona de envasado.
De lunes a jueves de 09:30 a 18:30 y viernes de 09:30 a 15:30 (excepto festivos)
General: 91 198 12 37
Lu/Ju 09:30 a 18:30
Vi 09:30 a 15:30.
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