Bodegas Alonso

El edificio que alberga la bodega se dedica a actividades vinícolas desde el siglo XIX. Bodegas Alonso se hizo con los activos vinícolas de Pedro Romero S.A., así como con las soleras y criaderas de esta emblemática casa.

Además de Pedro Romero, para la fundación de Bodegas Alonso se adquirió el parque de botas de Gaspar Florido y Fernando Méndez, otras dos reputadas casas elaboradoras de Sanlúcar. Así, de la fusión de estas tres bodegas, nació un proyecto sólido, tradicional y de trayectoria intachable.

Muchas de estas botas se encontraban llenas de vino de crianza oxidativa pero abandonadas, enológicamente hablando. Bodegas Alonso supo ver el potencial de dichas soleras y consiguió “resucitar” el contenido de estas botas, que entregaron generosos inmensamente expresivos y representativos de esta tierra.

De esta manera, la bodega ha conseguido abrirse un hueco gracias a la recuperación de unos vinos que prometían una calidad excelente. Así pues, la bodega mantiene dos líneas de elaboración de manzanilla: una sobre la que tiene el control desde el viñedo y otra elaborada gracias a las soleras y criaderas de otros pequeños almacenistas sanluqueños.

Para la obtención de las uvas con las que elabora sus vinos, Bodegas Alonso dispone de 13 hectáreas de viñedos repartidos en Cerro Pelado, Maína y Miraflores, pagos de albariza de Jerez Superior. Allí se realiza una viticultura tradicional, con el máximo respeto a la naturaleza.