Hace 10 años que el alemán Dominik Huber decidió instalarse en el Priorat para elaborar sus vinos. Desde entonces, ha consolidado Terroir al límit como una referencia de vinos auténticos. [break]
"No busco emular Borgoña con mis vinos, busco el estilo auténtico de Priorat", confesaba Dominik en una entrevista en nuestro magazine.
Todo empezó a cambiar en el año 2007, once años después de que Dominik visitase por primera Priorat y trabajase con la familia Pérez en Cims de Porrera. Fue el año en que se instaló definitivamente en el Priorat, el año en que Dominik cambió radicalmente la manera de trabajar y elaborar sus vinos.
Pasó de utilizar la extracción y hacer vinos concentrados a elaborarlos más ligeros, empezó a buscar la expresión del paraje, de esa fuerza que tiene el paisaje del Priorat.
El cambio lo propició un amigo siciliano en 2006, cuando le comentó que le quería mucho pero que no podía beber más su "sopa de roble", en referencia a sus vinos. Dominik reaccionó y empezó a vendimiar antes, se deshizo de las barricas pequeñas y apostó por una vinificación más borgoñona.
A partir de ese momento buscaba vinos que expresasen el origen, desmaquillados y puros; un estilo de vinos anterior a la revolución del Priorat. Su filosofía rescata la expresión más auténtica de la Garnacha y la Cariñena del Priorat. Ha conseguido que sus vinos sean frescos, limpios, elegantes, sutiles y complejos.
Para esto tuvo que sanear los suelos, enriquecerlos con mucha vida orgánica. Apostó por poner toda su energía en las viñas, mantener una viticultura orgánica y una vinificación cada vez más alejada de la madera y más cerca del cemento.
A veces la ventaja de ser de fuera es contar con una perspectiva diferente, más romántica quizás, capaz de dar grande frutos con el tiempo. Hoy sus vinos son muy bien acogidos por nuestra comunidad y reciben altísimas puntuaciones por parte de la crítica -más de una vez sus vinos fueron puntuados con 98 Parker-.
Proyecto purista que busca recuperar un estilo de vinos anterior a la revolución del Priorat,con una filosofía que rescata la expresión más pura de la Garnacha y la Cariñena.