Si los catas a ciegas y luego te decimos que es un txakoli no lo creerías. Es más bien un blanco seco y afrutado, con cierto carácter y sin aguja. Posiblemente no encaja con tu idea del txakoli clásico y la verdad es que no lo es. Se están haciendo cosas muy interesantes en la denominación Arabako Txakolina y concretamente en Señorío de Astobiza. Esta bodega familiar, con txoko incluido, se encuentra bajo la influencia del cantábrico y recibe un mayor número de horas de sol y una menor pluviometría, por lo que puede elaborar Txakolis con singularidad, más cercanos al concepto de vino blanco.
La ruta del Txakoli pasa por tres denominaciones, el txakoli de Getaria (Getariako Txakolina) es más clásico, con menos grado y más carbónico, y esa acidez característica, mucho más verde porque nace en una zona más fría. En cambio, los de Vizcaya (Bizkaiko Txakolina ) y Alava (Arabako Txakolina) son más continentales, no tienen tanta influencia marítima a pesar de su cercanía al mar y las uvas maduran con más grado, con una vendimia más tardía. [break]
Señorío de Astobiza se encuentra en el municipio de Okondo y allí, en unas 10 hectáreas de bonito y sano viñedo cultivan las variedades Hondarrabi zuri, autóctona y mayoritaria, pero también las francesas Petit Courbu y Gros Manseng, de la zona francesa del País Vasco y con gran tradición en Vizcaya, por su excelente adaptación al clima atlántico.
En nariz la Hondarrabi Zuri recuerda a la piña y al pomelo. La Gros Manseng es menos aromática y se utiliza para dar más cuerpo al vino. La Petit Courbu aporta aromas de fruta blanca. De la mezcla de estas tres variedades obtienen su Señorío de Astobiza, un txakoli que destaca por sus aromas de fruta blanca y un punto salino y yodado muy sutil, que nos transportó al mar en su cata.
De las viñas más viejas de Hondarrabi Zuri que tienen en la finca elaboran el Malkoa Edición Limitada que inusualmente se cría sobre sus lías durante cuatro meses en depósitos de acero. Esta elaboración poco ortodoxa en el caso de un txakoli entrega un blanco con recuerdos ahumados y de frutos secos, muy intenso en nariz, y con evolución hacia matices de carne de membrillo y apuntes minerales.
Para degustarlos, recomendamos cerrar los ojos un momento, dejar que el sol caliente vuestra piel y dar la bienvenida a este trago fresco y cítrico, preludio del disfrute que nos aguardan las futuras noches de verano.
Okendo Txakolina es como se llama la explotación del municipio de Okondo (Álava) donde actualmente se localiza un viñedo de 10 hectáreas y una bodega que se edificó en 2008.
De lunes a jueves de 09:30 a 18:30 y viernes de 09:30 a 15:30 (excepto festivos)
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Vi 09:30 a 15:30.
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