Pico Cuadro

Los vinos de Pico Cuadro se han posicionado merecidamente entre algunos de los más interesantes de la Ribera del Duero. El secreto de su buen hacer se basa en elaborar producciones artesanales primando la expresión del terroir. [break]

Para conseguir que sus vinos reflejen la peculiaridad de cada parcela, en Pico Cuadro priman la ubicación y el seguimiento constante de sus viñedos, y esa es la prioridad de esta joven bodega fundada en el año 2005 por Felipe Castrillo, quien sigue vinculado a la firma como enólogo junto con Javier 'Pipa' Ortega.

Pico Cuadro trabaja con un total de 34 viñedos seleccionados, diseminados en una franja de alrededor de 115 kilómetros que sigue siempre el curso del río Duero, desde Quintanilla de Onésimo hasta Burgo de Osma. Cada zona suele tener una evolución distinta en función de la climatología que soporta al final del ciclo vegetativo de la uva, que no suele ser regular en toda la región, lo que les permite vendimiar cada viñedo por separado en función del momento en el que cada parcela alcanza su estado óptimo de maduración.

Siguiendo su propósito de ser una bodega apegada a su región de origen, Pico Cuadro adquiere su nombre de un monte ubicado justo detrás del edificio de bodega, en Quintanilla, y que forma un pequeño valle único en la Ribera del Duero que simboliza de alguna forma el carácter especial de los vinos de la casa.

Ese carácter diferencial y exclusivo de los Pico Cuadro se comprueba en todos ellos. Sin ir más lejos, el Pico Cuadro Wild es un vino que durante años se ha presentado en una original botella con forma de decantador diseñada por Martín Berasategui, aunque en esta nueva añada 2014 que os presentamos ahora recupera la forma de botella troncocónica. Por otra parte, el Vendimia Seleccionada es un tinto resultado de la elección de viñedos muy especiales por su edad, buen comportamiento durante la añada y ubicación; y el Pico Cuadro Original, que es el vino top de la casa, solo se elabora en añadas excepcionales como la 2012 que os presentamos en esta Venta Privada.

Pero para los que todavía no conozcáis en primera persona el mimo con el que se trabaja en esta bodega ribereña, nada mejor que empezar por su vino de entrada de gama, Pico Cuadro 2013, un vino con una perfecta acidez y un carácter especiado y sumamente elegante que como el resto de vinos de la casa, da pleno protagonismo a las características organolépticas de la Tinto fino (Tempranillo), la uva reina de la Ribera del Duero y la única variedad con la que trabaja esta bodega-boutique.