Pago los Balancines

Un viñedo que convive con la biodiversidad de la zona, entre la que se encuentran águilas, cigüeñas y grullas que siguen la ruta occidental con destino a Extremadura, hasta los bramidos en la dehesa se escuchan como si de un fondo musical se tratara. En medio de todo este idílico paraje natural se encuentra el Pago los Balancines, con una bodega muy cómplice con la naturaleza que busca los vinos desde la cepa, con meticulosidad y mucha artesanía pero también con la última tecnología. [break]

Este proyecto, que podría considerarse joven pues solo lleva ocho años de andadura, se fraguó por la combinación del talento y el buen criterio de tres personas: Pedro Mercado en la dirección de la bodega, un hombre serio y comprometido, con predilección por el vino y por la naturaleza; Fernando Toribio, en la dirección técnica, uno de los enólogos más reconocidos de Extremadura; y José Antonio Vicente, viticultor y gran conocedor del campo extremeño.

En Huno 2011, la Garnacha tintorera es la mayoritaria. Le acompañan la Cabernet Sauvignon, Tempranillo y Syrah, y ninguna de ellas puede faltar, pues su ausencia daría un vino distinto. Matanegra 2009, su hermano mayor, es una mezcla a tercios exactos de Garnacha tintorera, Cabernet Sauvignon y Tempranillo, un equilibrio preciso entre lo mejor de estas tres variedades en un año excepcional, fresco y lleno de singularidades. Estas condiciones se reflejan en el vino, del que destaca su buena potencia, volumen y estructura, lo que lo convierte en un grande con larga vida.