Finca Sandoval es el proyecto personal de un crítico que lleva toda la vida dedicado al mundo del vino. Después de catar muchos de los mejores vinos del mundo y acumular una vasta experiencia, ciertamente al alcance de muy pocos, no es de extrañar que en algún momento de su vida el periodista y crítico Víctor de la Serna quisiera elaborar su propio vino.
El destino quiso que su suegro, farmacéutico y agricultor de la zona conquense de Manchuela, lo pusiera directamente en contacto con esta región prácticamente desconocida, con algunas cooperativas de vino granelero y de las que nadie había escuchado hablar. Se podría pensar que una persona con el background de Víctor de la Serna escogería un lugar más glamuroso y atractivo para crear su vino, pero nada más lejos de la realidad. Corría el año 1998 y en una zona sin productores y sin ningún tipo de inversión, compró tierra y plantó algo de viña con castas autóctonas pero también con foráneas de las que pensó que darían buenos resultados. [break]
No tenía la idea de hacer un vino específico, más bien se trataba de hacer una buena viticultura, sin excesos de intervención y sin maquillajes superfluos. Puede que ahora esta sea la corriente pero hace 16 años este enfoque de elaboración de vino no era una realidad en nuestro país. ¿Fue un visionario? Lo cierto es que algo ayudó que Víctor de la Serna pasara parte de su niñez en Ginebra, un país desde donde él y su padre, también escritor, fundador y presidente de la Academia Internacional del Vino, viajaron continuamente a Borgoña.
El grado de influencia que llegó a tener Borgoña en Víctor se explica con una anécdota especial. Tenía tan sólo 13 años cuando su padre le llevó a visitar Romanée-Conti, el mítico viñedo de la Côte de Nuits de uno de los vinos más prestigiosos del mundo. La curiosidad y la admiración por su padre quedó impresa de forma indeleble en su cabeza y por ello hoy en día su proyecto bebe de las fuentes de su niñez.
Hay que recorrer mucha viña, kilómetros incontables, para darse cuenta de que en un vino el viñedo lo es todo, y que se debe cuidar y proteger todo lo que venga de la viña. En la desconocida Manchuela, Víctor de la Serna pudo encontrar un viñedo singular, su perfecta inspiración, plantando él mismo variedades que se adaptan perfectamente a su climatología y suelos. Os recomendamos especialmente sus vinos por la originalidad de algunos de sus coupages, con uvas tan inéditas como la portuguesa Touriga nacional o la casi desconocida y autóctona Moravia agria.
Víctor de la Serna, reconocido crítico de vinos que atesora más de 40 años dedicado al periodismo gastronómico y vinícola, inició el proyecto en 1998. En la actualidad Javi Revert es el encargado de la viticultura.
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