Descendientes de J. Palacios

Cualquier amante del vino que vea el viñedo del Bierzo podría tener el mismo pensamiento que tuvo Álvaro Palacios cuando lo conoció hace años: ¡Fantástico lugar para hacer vino! [break]

La gran suerte de esta historia es que él pudo hacerlo realidad, estableciendo un fructífero tándem con su sobrino Ricardo Pérez Palacios y creando una bodega que homenajea al padre del primero y al abuelo del segundo. Todo queda en familia. Y de la misma manera que esta estirpe riojana conquistó las viñas del Priorat, se hizo un gran nombre en el Bierzo.

Poco a poco fueron adquiriendo parcelas de viñedo en las zonas que consideraron más interesantes para su proyecto. Y encontraron viñedos de Mencía con un potencial extraordinario. Comenzaron elaborando los dos vinos que os presentamos en esta venta, por una parte el que comenzó llamándose Bierzo y por otra, Villa de Corullón. El primero tuvo que buscarse otro nombre por motivos legales, y felizmente encontró el de ‘Pétalos’ que tanta fama le ha deparado. El segundo, Villa de Corullón, es un vino muy de terroir, enmarcable en la categoría tan en alza actualmente, de “vino de municipio”. Este vino ha ido creciendo en sus manos, añada tras añada, con excelentes valoraciones por parte de la crítica. Y alguna de las parcelas que lo componían en sus inicios, se han ido emancipando y dando nombre a nuevos vinos de esta bodega.

A medida que se extendía la fama de sus vinos han tenido que crecer forzosamente como bodega, y si comenzaron en el año 1999 elaborando de alquiler en otra bodega, han pasado los últimos años proyectando una nueva edificación, mano a mano con el arquitecto, y también bodeguero, Rafael Moneo. Esta nueva bodega, que inició su construcción el pasado año, estará a excavada 15 metros de profundidad, diseñada para facilitar los trasiegos por gravedad y contará con una humedad natural ideal para la crianza de sus vinos.