Este vino ya no está disponible
Cerremos los ojos e imaginemos que estamos en el fondo del mar. La temperatura es constante y hay muy poca luz, más bien con variaciones suaves, porque debajo del agua el movimiento es dinámico y las corrientes mueven grandes masas de agua y energía en forma de calor.
Literalmente así, mecidas por el mar, se encuentran las botellas de Attis Mar, a 9 metros de profundidad y en constante movimiento dentro de una jaula de metal. Pasan 6 meses en este estado, tiempo suficiente para que al sacarlas, pequeños moluscos dejen su huella en las botellas. [break]
En las rías de O Grove, la familia Fariña (propietaria de Attis) posee varias bateas de cultivo de mejillones y con esa imagen recurrente no extraña que en algún momento Robustiano Fariña pensara en incorporarlas como un elemento de interacción con el vino. La asociación de la tierra y el mar es lógica en Rías Baixas, pero en Meaño la cercanía con el mar es asombrosa y las viñas van hasta la playa.
Si la viña se cultiva en esa tierra tan cercana ¿por qué no criar los vinos dentro del mar? Jean Francois Hebrard, enólogo de Attis, se hizo esta pregunta y se puso manos a la obra gracias a una suma de oportunidades que se conjugaron para darle forma. Poner el vino en el mar se puede hacer en cualquier parte; pero suspenderlo en un cable atado a una batea de mejillones, no.
Tanto en boca como en nariz, y gracias al contacto con el agua, el vino se hace más elegante y más afinado. No hay más salinidad, ya que todo lo que se pueda recordar en él viene de la viña. Y se puede comprobar comparando dos vinos de la misma añada, la 2012. Es el caso del Attis Mar 2012 y el Attis 2012, en un interesante ejercicio que pondrá en evidencia que la evolución del vino es muy diferente entre el que permanece en el agua y el que se queda fuera de ella.
Además, en esta nueva Venta Privada incorporamos la última añada de Attis, la 2013, que se caracteriza por su frescura, mineralidad y salinidad en contraposición con la 2012, que tras un año ya en botella, entrega un vino más intenso y persistente.
Para poner el broche, un nuevo vino de la familia Fariña, el Nana 2012, procedente de las viñas más antiguas con las que cuenta la familia, con más de 40 años de edad. Un vino elaborado bajo las prácticas del cultivo ecológico para entregar una nariz intensa y una boca con una perfecta acidez, gran personalidad y excelente capacidad de guarda.
Partiendo del respeto a lo autóctono y lo artesanal y fieles a una filosofía que busca elaborar grandes vinos atlánticos, surge Attis Bodegas y Viñedos en el corazón del Val do Salnés.
De lunes a jueves de 09:30 a 18:30 y viernes de 09:30 a 15:30 (excepto festivos)
General: 91 198 12 37
Lu/Ju 09:30 a 18:30
Vi 09:30 a 15:30.
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