En el entorno natural de As Neves, sobre una terraza natural hecha por el río Miño, se encuentran las cepas de Albariño de la bodega Viña Nora.
Estamos ante un paisaje vitivinícola inconfundible, característico de un clima atlántico, con las cepas bajo un sistema de conducción de parras y orientadas hacia el sol en la parte de la solana. Un paisaje claramente de las Rías Baixas.
La vendimia es manual y llega a la bodega en cajas de 15 kilogramos. El control de la temperatura es fundamental en esta bodega debido a la delicadeza de la uva Albariño. La solución que llevan a cabo es refrescar las uvas durante unas horas en una cámara acondicionada antes de pasar a la maceración prefermentativa.
Seleccionar exhaustivamente los mejores racimos y someter los mostos y los hollejos a una maceración prefermentativa a baja temperatura son algunas de las acciones necesarias para mantener la calidad aromática de la variedad Albariño.
El viñedo propio, emparrado en las típicas columnas de granito, ocupa 16 hectáreas de terreno granítico y grava de aluvión, pero para la elaboración de los Nora tutelan los viñedos de casi 100 pequeños viticultores repartidos entre las comarcas del Condado do Tea, Val do Salnés y Ribeira do Ulla.
Así pueden combinar las características de varias subzonas que producen uvas Albariño diferenciadas en busca de plenitud y equilibrio y pueden seleccionar los terruños mejor ubicados, los que vendimia tras vendimia ven garantizada la plena maduración de la uva. Estas cualidades les permiten incluso elaborar originales Albariños de fermentación y guarda en barrica, como Nora da Neve.
A lo largo de los años, la identidad de Nora se ha ido construyendo bajo la mano de distintos enólogos llegados de países como Australia o Nueva Zelanda. Actualmente se elabora bajo la dirección técnica de Eulogio Calleja.